Ser docente en los tiempos que corren puede ser, en algunas circunstancias, un deporte de alto riesgo. En mi caso puedo afirmar que me considero una absoluta privilegiada por poder ejercer una de las profesiones más bonitas, apasionantes y gratificantes del mundo.
Afincada en la provincia de Cádiz desde hace más de dos años buscando la serenidad que me proporciona el mar, he recorrido Andalucía y Extremadura en mi periplo como maestra de inglés por diversos centros educativos de toda índole.
En este fluir de más de 20 años, he adquirido experiencias y muchos aprendizajes a la hora de desarrollar mi labor pedagógica, desde Educación Infantil hasta el primer ciclo de Educación Secundaria y la Educación Permanente de Adultos, que es donde actualmente ejerzo.
Durante mi estancia en Sevilla durante 27 años, pude realizar mi formación en Magisterio y Filología Inglesa. También me formé para adquirir nuevos enfoques didácticos y perfeccionar mis conocimientos de la lengua inglesa a través de distintos cursos, seminarios, ponencias, etc. tanto en formación impartida por la administración pública, como por la empresa privada.
Me caracteriza el uso de un enfoque comunicativo en mis clases, donde predominan las situaciones de aprendizaje destinadas a utilizar la lengua inglesa de forma funcional, utilizando las destrezas básicas (listening, speaking, reading y writing). Para el alumnado de infantil, primaria, secundaria y adultos es imprescindible hacer que el aprendizaje de una segunda lengua sea divertido y funcional.
El uso de juegos como, por ejemplo, memory games, les resulta altamente motivador, divertido y útil para mejorar las destrezas comunicativas, especialmente reading y speaking, y los hace ser el centro del aprendizaje.
En la actualidad, sigo formándome en metodologías basadas en el enfoque comunicativo, en el uso de las TIC en el aula y en mis conocimientos de la lengua inglesa, entre otras muchas cosas.
También soy una apasionada de los bailes latinos e intento transmitir al alumnado la alegría y la sabrosura que estos ritmos me aportan.
Como decía la inmortal Celia Cruz: ¡Azúcar!